Especial homenaje Grand Prix del verano
Son ocho los años que nos separan desde la emisión de la última temporada de el programa que marcó a una generación entera de telespectadores de todas las edades. Y es que eran otros tiempos, tiempos en los que la televisión en ocasionas conseguía sacar adelante programas interesantes, familiares o incluso de calidad. Cosa que hoy en día las cadenas principales (no creo necesario tener que nombrarlas), nos han condenado al monopolio de la ridiculez, lo extravagante, la vergüenza ajena y a la degeneración cerebral.
Y no es de extrañar que de vez en cuando nos guste recordar programas que nos hicieron pasar las noches del verano en familia y comentando los golpes de los participantes entre risas. Y es por todo esto el homenaje que hoy dedicamos a este programa cada vez más olvidado.
Pero El Grand Prix supo captar de lleno en el público desde el inicio. Los pueblos de todos los ricones de España, lo daban todo para conseguir la victoria y para dar a conocer mediante la televisión sus localidades rurales. Jugaban con ilusión por estos factores, y por sus interesantes premios que el concurso ofrecía, como por ejemplo, las famosas bombillas para las farolas del pueblo.

Ramontxu llevó el entretenimiento televisivo a lo más alto conectando a la perfección con varias generaciones de televidentes. Es quizá uno de los telepresentadores más influyentes de la década de los 90, ya que no se limitaba al verano con este tipo de productos, a su vez presentó el mítico "Qué apostamos", "No te rías que es peor" entre otros.
Las pruebas del programa mantenían la diversión de principio a fin como los famosos "Troncos Locos", "La Patata Caliente", "Los Bolos" y sin olvidar las que disponían de las estrellas del programa, las vaquillas, las pobres tenían que perseguir a los corredores del ruedo mientras intentaban agarrar algún tipo de trofeo y salir pitando de allí antes de ser embestidos.
No era un programa más, era un entretenimiento televisivo que lo protagonizaba gente real, sin haber sido seleccionada por un riguroso equipo de casting, podrías haberte encontrado al "friki" de tu pueblo, o al alcalde más casposo de la localidad colindante. Aquí lo importante era divertirse y jugar con los tuyos sin pudor a decir "¡juego por mi pueblo!".
Primera cabezera únicamente emitida en su primer programa
Cabezera del programa (2003)
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